Octava audiencia: Historias de la persecución en los barrios de Córdoba

En una nueva jornada del Juicio Diedrichs-Herrera, los primeros testigos brindaron su declaración frente al Tribunal a cargo de la jueza Carolina Prado. En este caso, el primer testimonio por parte de Juan José Vera se llevó a cabo de manera presencial dentro del recinto mientras que el segundo testimonio de María Elsa Maldonado se realizó a través de videoconferencia.

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El Tribunal del juicio Diedrichs-Herrera, presidido por la jueza Carolina Prado. Foto: José Ferrer, prensa Tribunales.

Los testimonios profundizaron en detalles sobre el plan sistemático de desaparición de personas. En el juicio Diedrichs-Herrera están siendo juzgados 18 represores, en su mayoría con condenas previas. De las 43 víctimas que tienen ambas causas, sólo 9 son sobrevivientes mientras que el resto fueron asesinadas o continúan desaparecidas.

Otra familia marcada y perseguida 

El primer testimonio del día estuvo a cargo de Juan José Vera, quien prestó declaración de forma presencial por el secuestro de su hermano Wenceslao. Denunció que su hermano fue secuestrado por un vecino del barrio, Fernando Rocha, quien llegó a ser comisario. Rocha participó del operativo como oficial del Comando Radioeléctrico. Actualmente es uno de los 18 imputados y ya tiene condenas anteriores.

Juan José Vera, primer testigo en la octava audiencia.

El matrimonio Vera tenía diez hijos, eran una familia numerosa. El testigo hizo mención de todo lo que tuvieron que atravesar y destacó que siempre permanecieron unidos. Wenceslao no fue la única víctima dentro de la familia Vera, también su hermana Edith fue secuestrada y continúa desaparecida. 

Entre los detalles de su testimonio, Juan José Vera describió la labor de su hermano Wenceslao como secretario general del Sindicato de Obras Sanitarias de la Nación. Además, también detalló su militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). 

Comentó que el ‘Negro’, como lo llamaba su familia, o ‘Lubi’, como lo llamaban sus compañeros en el sindicato, tenía un estrecho vínculo con otros sindicalistas como Máximo Sánchez y René Salamanca. Piensa que este es el motivo por el que fue secuestrado y asesinado tan rápidamente: «Su secuestro sucedió en la avenida Japón donde ahora está el hospital Elpidio Torres. Fue un domingo luego del golpe de Estado. Mi hermano venía con el peso de ser buscado, estaba en la clandestinidad por seguridad”, sostuvo Juan José. 

Wenceslao Vera fue secuestrado el 28 de marzo de 1976 por personal del Comando Radioeléctrico de la Policía de Córdoba y del Ejército. Ocurrió en la cancha de fútbol de «las Águilas», ubicada en Avenida Japón y Juan B. Justo de barrio Remedios de Escalada. Jugaba un partido de fútbol en presencia de dos de sus hermanos. Permaneció cautivo en el centro clandestino de detención La Perla y sólo unos días después de su secuestro también fue secuestrada su hermana Edith, junto a su esposo Pablo Rodríguez.

Fue subido a un Ford Falcon 

En su relato, Vera destaca: “Fuimos a un torneo de fútbol. Mi hermano me dice: «¡Me vio Rocha, rajen!». Mientras detrás de él venían dos policías. A mi hermano lo suben a un Falcon, él no opuso ni resistencia. Fue la última vez que lo vimos. Por relatos de otras personas sé que estuvo en La Perla, que le dispararon en la cabeza y que su cuerpo fue arrojado en unos campos camino a Alta Gracia”. 

Además, agregó una breve descripción de cómo pudieron recuperar los restos de su hermano: “El cuerpo termina en Córdoba, le faltaban las manos. Luego de excavaciones en el Cementerio San Vicente nos avisan desde el poder judicial que aparecieron los restos de mi hermano. Después de hacernos estudios a toda la familia pudimos saber que él”, recordó. 

En febrero de 2015, gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en el Cementerio San Vicente se encontraron los restos de Wenceslao Vera y fueron restituidos a su familia. Hoy descansan en el Memorial ubicado en el Cementerio.

«Compañeros del sindicato que estuvieron en La Perla me dijeron que mi hermano estaba muy golpeado. Y que le dieron un balazo en la cabeza»
Juan José Vera

«Compañeros del sindicato que estuvieron en La Perla me dijeron que mi hermano estaba muy golpeado. Y que le dieron un balazo en la cabeza», agregó Vera. 

En el cierre de su declaración, Juan José Vera denunció que Fernando Rocha tuvo un gran ensañamiento y persecución con su familia. “Él parece que tuvo una misión que fue encargarse de los Vera”, destacó. Comentó que Rocha también lo detuvo para interrogarlo (en noviembre de 1976) sobre toda su familia y en especial sobre sus hermanos, que militaban en el PRT. 

Detalló que fue llevado a la jefatura de la policía de Córdoba y que fue brutalmente golpeado y torturado con el objetivo de sacarle información: “Mientras estaba detenido me decían «¡tu hermano ya fue!», haciendo alusión a que lo habían matado”. 

Denunció que estuvo detenido junto a otras personas que pudo reconocer en ese momento como René Gonzalez y ‘Cachín’ Gordillo. 

Historia de un saqueo

La familia Vera fue otra víctima de la persecusión y extorsión económica por parte de militares y civiles cómplices del terrorismo de Estado: “Les entregué hasta los anillos de casamiento para saber algo de mi hermano”, denunció Juan José Vera.

“La historia de nuestra familia es dura y difícil. También fue secuestrada mi hermana y mi cuñada en Buenos Aires. No supimos más nada de ellas. Nosotros sobrevivimos como pudimos pero nos destruyeron. Abandonamos nuestra casa, tuvimos que huir. Sobrevivimos sin dinero y sin trabajo”, expresó en el fin de su relato denunciando la extorsión económica sufrida y el saqueo de su hogar de la infancia. 

«Se lo llevaron de esta casa» 

María Elsa Maldonado, esposa de Francisco Zamora, desparecido en La Perla.

El siguiente testimonio se llevó a cabo por videoconferencia. María Elsa Maldonado, de 77 años, brindó declaración en relación al secuestro de su esposo Francisco Isidoro Zamora, quien actualmente continúa desaparecido. Luego de una espera de más de 44 años María Elsa pudo contar al Tribunal los hechos ocurridos en relación al secuestro de su marido durante la última dictadura.

El Fiscal General, Maximiliano Hairabedián, fue quien le solicitó a Elsa que relatara las circunstancias en que sucedió el secuestro de su esposo Francisco. Elsa comienza detallando que la detención se había llevado a cabo en su vivienda ubicada en barrio Los Boulevares, la madrugada del 6 de abril del año 1976. 

Francisco Isidro Zamora, desparecido en La Perla.

“Rompieron una sábana, le vendaron los ojos y se lo llevaron de esta misma casa (refiriéndose al lugar desde donde declaró). Eran más de diez personas armadas con armas largas. (…) Me dijeron que mi marido era «hombre muerto»», detalló Elsa. 

Franciso Zamora fue secuestrado el 6 de abril de 1976. Trabajaba como herrero en el barrio Alta Córdoba y militaba en el PRT. Permaneció cautivo en el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio La Perla. 

Luego de ocho años sin saber nada sobre el paradero de su marido, uno de los familiares de Elsa le cuenta que en el barrio había un soldado que había estado en La Perla y que había visto a Francisco Zamora. Este joven soldado era hijo de una vecina del barrio: “Me enteré que el muchacho no dijo nada antes porque lo habían amenazado”. 

Perseguida por ser «esposa de un guerrillero»

María Elsa Maldonado también denunció que luego del secuestro de su marido fue perseguida y asediada por muchos años. En ese momento se encontraba trabajando como empleada doméstica para una funcionaria de la Universidad Nacional de Córdoba. “A mi jefa le dijeron que no sabía a quién tenía trabajando para ella. Que era esposa de un guerrillero”, recordó. 

“A mi jefa le dijeron que no sabía a quién tenía trabajando para ella. Que era esposa de un guerrillero”
Elsa Maldonado

«Prácticamente todos los días, antes de tomar el colectivo para ir a trabajar, había un auto blanco parado y un hombre adentro mirándome mientras sostenía un diario”, sostuvo Elsa para terminar su declaración. 

En el cierre de esta octava audiencia, se esperan con gran expectativa los testimonios de Marina Ojeda Giorda y Cristina Alicia Robles. Las declaraciones serán brindadas al Tribunal a través de videoconferencia.

2 Comentarios

  1. Yo soy hija de Alberto Cànovas Estape «el gallego» aunque era catalán, quisiera saber algo de él, fue secuestrado el 26 de marzo del 76, y se que estuvo en La Perla, nada más.

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