Voces de la sentencia

Familiares, sobrevivientes y representantes de los organismos de Derechos Humanos de la provincia, se hicieron presentes en las puertas del Tribunal Oral Federal Nº1 para acompañar la sentencia del juicio Diedrichs-Herrera.

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Julia y Sebastián Soulier, hermana e hijo de Juan Carlos Soulier, víctima del juicio, estuvieron presentes en las escalinatas del TOF1 (Alexis Oliva).

En una histórica jornada, el Tribunal Oral Federal Nº1 dictó sentencia en el duodécimo juicio por delitos de lesa humanidad de la provincia de Córdoba. Se trata de la causa Diedrichs-Herrera, proceso que comenzó el 9 de septiembre del 2020 y finalizó este lunes 22 de febrero. En la nota, las voces de la sentencia.

A lo largo de varias audiencias que se transmitieron online por la pandemia del coronavirus, más de 40 testigos relataron el horror vivido durante el terrorismo de Estado. Familiares, sobrevivientes y representantes de los organismos de Derechos Humanos de la provincia, se hicieron presentes en las puertas del TOF1 y formaron parte de las voces de la sentencia, como así también protagonizaron todo el juicio.

Desde las primeras horas de este lunes, acompañaron un nuevo grito de memoria, verdad y justicia en el país. Además, hicieron un breve repaso de lo que significó este proceso judicial en lo personal y en el marco de los Derechos Humanos de la provincia de Córdoba. A continuación, las voces de la sentencia:

Carlos y Claudio Torres

(Hermanos de Gustavo Torres, víctima de la causa Herrera) 

«Fuimos testigos de los hechos y en el juicio. Uno se acostumbra a esperar y hemos estado viviendo una especie de velorio de 44 años. Este juicio es reparador. Es una sensación rara de alegría y de tristeza que no se termina nunca. Creo que a nuestros padres más que a nosotros se les va a cerrar la historia gracias a esta sentencia». «Estamos acá porque somos familiares, pero hay muchos que han tomado esta bandera sin tener amigos ni familiares desaparecidos, y eso es muy emocionante».

Claudio Orosz

(Abogado de Familiares e H.I.J.O.S, querellante por la familia Soullier, Arias y Torres, y testigo del juicio) 

“Creo que es un éxito que hayamos podido realizado el juicio en medio de la pandemia. En lo personal, me movilizó más de lo que pensaba. Siempre mi rol en el juicio había sido de abogado querellante, preguntándole a otro, pero me tocó testimoniar. Eso me hizo rememorar la vida en la clandestinidad, y como eso te afectaba la vida afectiva. También recordé que elegí hacer abogacía para vengar a mis compañeros como Claudio y Gustavito, cuando en realidad yo quería hacer física nuclear y astronomía».

Estela Marta Reyna y Diego Soulier

(Esposa e hijo de Luis Soulier, víctimas de la causa Diedrichs)

«En nuestro caso creo que quedó bastante clara la complicidad que había en ese momento para lo que estaba pasando. De la institución que le daba trabajo a mi esposo, de la iglesia que era la que se hacía responsable de los colegios en ese momento, y de otras personas civiles que estaban bastante comprometidas y no tuvieron ningún empacho en demostrarlo, al poner una barrera de hielo entre ellos y nosotros. Llegar hasta acá es reparador. Hemos tardado, nos ha dolido mucho, pero nos queda una tranquilidad para todos los que nos siguen».

Julia Soulier

(Hermana de Juan Carlos y Luis Soulier, víctimas de la causa Diedrichs) 

«A nivel personal estoy muy feliz de saber que hoy es un día muy especial para mi familia porque vamos a lograr justicia para nuestros queridos desaparecidos. Y a nivel militante y como directora de La Perla también es un día muy importante porque este juicio es un aporte más a la lucha de los derechos humanos y a la lucha por lograr una democracia más igualitaria para que nuestro país limpie, cure y sane las heridas que la dictadura nos dejó». 

 

Betty Argañaraz 

(Integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba)

“Arribar a una sentencia siempre es un logro para quienes trabajamos para la memoria, la verdad y la justicia. Y esta vez pudimos hacernos presentes, aunque sea con todos los protocolos por la pandemia, y festejar un acto más de justicia. Si bien esta sentencia nos deja algunas alegrías, también nos deja muchas dudas acerca de la cantidad de absoluciones.

«Cuando hablamos de absoluciones hablamos de falta de justicia para todos aquellas víctimas y familias que no han obtenido respuesta del tribunal para poder hacer un duelo de tanto terror vivido. No hubo justicia para ellos, cada absolución vuelve al recuerdo de aquellos momentos terroríficos que pasaron y deja impune a los acusados».

«De cualquier manera, nuestro objetivo sigue más firme que nunca, seguiremos exigiendo mayor celeridad del Poder Judicial y sobre todo del poder político, de otra manera nos quedaremos a mitad de camino. Hace falta voluntad política. Además de un criterio de justicia desde los tribunales y, fundamentalmente de la fiscalía».

 

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