La tucumana Sara Solarz de Osatinsky, quien fuera militante revolucionaria y sobreviviente de una familia emblemática arrasada por el terrorismo de Estado, murió este lunes a los 85 años en Suiza.
Allí vivía y trabajaba por los derechos de los refugiados desde que pudo exiliarse en plena dictadura. Antes, debió soportar la muerte de su esposo y sus dos hijos a manos de los represores y su propia reclusión y tortura en la ESMA.
Paradigma de resistencia y dignidad, Sara Solarz declaró en numerosos juicios de lesa humanidad y su testimonio fue clave en las causas por robo de niños y niñas nacidos en cautiverio. Una trágica historia de lucha y represión.
En su recuerdo, reproducimos aquí un artículo sobre la familia Osatinsky publicado en la edición impresa Nº 61 de Será Justicia. Fue escrito por Alexis Oliva en abril de 2019.
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